Hace unos años entrevisté en Bolivia al sacerdote español Nicolás Castellanos, Premio Principe de Asturias de Cooperación. Recuerdo cómo me acogió en su humilde chocita donde vive, a la que llama «palacio». Hoy recupero lo que ese día escribí sobre esa entrevista tan humana.
Una frase que extraigo de la conversación y comparto para reflexionar fue cuando me dijo: «En el Norte, en los países avanzados, sobran medios para vivir pero faltan razones para hacerlo. Aquí, en Bolivia, hay gente muy pobre, les falta de todo, pero tienen mucha esperanza y ganas de lucha«.
Le cuestioné y le pregunté por qué cree que ocurre eso. «Porque el ser humano es más que trabajar y trabajar y consumir. Parece que sólo se piensa en el mes de vacaciones o en la jubilación. La vida es una entrega a los demás, a darnos y ser mejores personas».
Esa filosofía impulsa el trabajo del organizaciòn que él creó, Fundación Hombres Nuevos, que ha puesto en marcha centenares de escuelas, hospitales, viviendas... En los 20 años que lleva desde su creación ha invertido 50 millones de euros. Una cantidad millonaria para un país como Bolivia, segundo país más pobre de América del Sur, después de Haití.
Este español obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación. Renunció a su cargo de obispo de Palencia por vivir en Bolivia y estar «con los pobres», no se cantea cuando se le pregunta su opinión sobre la situación actual de Bolivia.
Nicolás Castellanos opinó sobre la política boliviana asegurando que aunque se haya ganado en igualdad de derechos, visibilizando a los indígenas, la situación económica es grave. «Se me parte el alma cuando niños me piden un pesito para poder comer». Según comenta la ONU ya ha alertado del caso de Bolivia, ¡¡¡Hay 14.000 muertes al año de bebes que podrían ser evitables!!! Pero la desnutrición y la falta de higiene son pasto de cultivo para la enfermedad y la muerte.
Bolivia ostenta el triste título de ser de los primeros países en inequidad social en América Latina, según comenta este religioso, que confiesa también que la crisis económica española ha afectado las donaciones, pero sigue habiendo aportes de participares y autonomías.
Una suerte conocerlo y visitar uno de sus centros, para niños trabajadores.
Rosa Castro Cavero