Investigación para conservar recursos forestales en África

En la imagen, un viejo baobab en el norte de Benin. © P. Núñez.

Hay especies forestales autóctonas muy utilizadas en regiones áridas de África y Madagascar, que resultan cruciales en las épocas de sequía o escasez alimentaria. Los frutos, hojas o raíces de estos árboles sirven de alimento para el ganado, a modo de forraje, y para las personas. Al mismo tiempo, contribuyen a la conservación de la biodiversidad africana, protegen el suelo y ayudan a luchar contra la desertización.

Pero la actualidad ofrece un panorama poco halagüeño. En África subsahariana, los bosques continúan desapareciendo, a pesar de los numerosos esfuerzos de repoblación y conservación forestal: Al menos 2.000 especies están en peligro y muchas de ellas tienen un valor efectivo o potencial para poblaciones rurales.

Conscientes de esta importancia, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), perteneciente al Departamento de Innovación y Nuevas Tecnologías del Gobierno de Aragón, ha participado en un proyecto de difusión científica, centrado en la elaboración de fichas de once especies forestales de África Subsahariana, amenazadas y de  importancia estratégica para estas poblaciones. Esa información se dirige a investigadores y personal de la gestión forestal y rural del continente africano.

Esta iniciativa ha sido impulsada por el CITA y por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), siguiendo el ejemplo de de publicaciones similares impulsadas por EUFORGEN, el programa europeo de conservación de recursos genéticos forestales.

Eduardo Notivol,  jefe dela Unidadde Recursos Forestales del CITA, ha participado en esta acción que considera “importante dados los altos niveles de hambruna de esta región”.

Este proyecto está enmarcado dentro de los proyectos internacionales del organismo  internacional Bioversity, centrado en realizar una investigación global de la diversidad global en un centenar de países, de cinco regiones, entre ellas África Subsahariana.

En la imagen, una de las reuniones mantenidas en la red Saforgen.

En cada una de estas regiones o continentes, bajo el paraguas de este organismo internacional existen redes específicas centradas en la conservación y uso sostenible de los genéticos forestales. En el caso de África Subsahariana se denomina SAFORGEN, fue constituida en 1999 e impulsada desde Europa por centros de investigación como el CIFOR-INIA, CITA y de otros países pertenecientes a EUFORGEN.

Saforgen desea poner en evidencia las lagunas de los programas existentes en materia de conservación y en materia de utilización de árboles forestales y movilizar el apoyo para buscar, desarrollar y poner en marcha acciones que salvaguarden y utilicen de manera sostenible los recursos genéticos forestales africanos.

Esta es la finalidad del proyecto impulsado por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA), centrado en ofrecer información de once especies de África Subsahariana, calificadas de imprescindibles y muchas de ellas en peligro de conservación.

Hojas de baobab transformadas en harina para la preparación de salsas. Foto: ©I. González.

Un ejemplo de ellas, sería el baobab, “un árbol extremadamente importante tanto para las personas como para los animales que viven en las zonas secas de África. Ofrece refugio y es utilizado para alimento, fibras y medicinas, así como sus semillas que son recogidas y vendidas por numerosas familias”, precisan los investigadores en estas fichas técnicas que están escritas en inglés y francés, para facilitar la divulgación.

Son muchas las poblaciones que cosechan las frutas y semillas del baobab, especialmente en el sur africano, constituyendo una fuente de recursos para vender a empresas locales que fabrican aceite, a partir de semillas, o acondicionadores, con la pulpa de los frutos, que cuando son maduros ofrecen polvo seco y granuloso muy útil.

El CITA lleva tiempo colaborando científicamente con África, a través de proyectos enmarcados en la red Saforgen, así como en otros dela Agencia Españolade Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con el fin de “cooperar para el desarrollo en temas de mejora genética forestal, conservación y uso sostenible de sus recursos forestales, mediante de ayudas metodológicas, apoyo en  documentación y biblioteconomia, etc”.

Artículo escrito por Rosa Castro ©, publicado en Aragón Investiga

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