La cirugía experimental impulsa la práctica quirúrgica

Desde el Servicio de Biomedicina y Biomateriales se trabaja para mejorar la cirugía experimental, para lograr mejoras en la práctica quirúrgica.

Cada vez hay más especialidades médicas que logran mayor progreso y mejor servicio a los pacientes, al contar con el apoyo de plataformas de cirugía experimental, que dan soporte de formación y especialización técnica a los profesionales sanitarios.

En el ámbito de las ciencias biomédicas, la cirugía experimental es una disciplina muy importante, permitiendo mejorar las habilidades de los futuros cirujanos, mediante la experimentación en animales. Con este procedimiento se tratan de resolver problemas clínicos y optimizar los resultados.

Estos avances en cirugía experimental fueron explicados en el III Foro de Innovación en Biomedicina, que tuvo lugar el pasado viernes 3 de febrero, organizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS), el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza.

En este encuentro se dieron a conocer prácticas médicas e innovaciones de empresas biotecnológicas que han presentado un avance en el campo de la cirugía experimental. También se realizó un análisis y perspectiva de la situación en Aragón.

Desde el Servicio de Biomedicina y Biomateriales, la Unidad Mixta de Investigación de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud trabaja para mejorar la formación y técnica en la práctica quirúrgica. La doctora Cristina Pastor explica que la cirugía experimental, que abarca toda actividad quirúrgica cuya intervención conlleve un animal experimental, “establecido dentro de la legislación”.

Peces, ranas, roedores pequeños _como la rata, el ratón o el conejo_ y cerdos son algunos de los animales que la actual legislación española contempla para su utilización en cirugía experimental. Desde esta unidad mixta de Aragón, se experimenta con estos animales con tres fines: investigar, innovar y enseñar. Tal como detalla Cristina Pastor, científica de esta Unidad, esta experimentación con animales permite “poner o adecuar moléculas farmacológicas o inducir una enfermedad infecciosa o del tipo que sea”.
En el aspecto de la innovación, esta experimentación permite testar una serie de moléculas farmacológicas, y también se puede mejorar la docencia, al usar estos modelos animales para que los cirujanos adquieran habilidades en intervenciones complejas que precisan mayor adecuación.

En el caso de transplantes de órganos y cirugía terapéutica la experimentación con animales es “imprescindible para incrementar el porcentaje de éxito” a partir de las mejores habilidades del cirujano, en las intervenciones en pacientes. “Se ha avanzado mucho en los últimos años, en estas operaciones”, precisa Pastor. Como ejemplo está el transplante hepático que hace un tiempo se desarrollaba a lo largo de 9 horas, y que actualmente ha reducido su tiempo a tres horas, con una mejor recuperación posterior del paciente.

La cirugía experimental se practica con determinados animales, según recoge la legislación.

El cerdo es el animal que “más metabólicamente se parece al humano”, según esta investigadora, de ahí que se emplee como modelo de experimentación para la práctica de transplantes y que los futuros cirujanos o los que desean perfeccionar sus técnicas cursen cursos con un mínimo de 50 horas, obteniendo así una certificación de tener esas habilidades exigidas.

El programa de transplantes en Aragón aborda el cardiaco, el hepático y el renal. “Todavía no está implantado el pancreático, pero ya se está practicando en animales”, señala Cristina Pastor.

Esta doctora asegura que el sistema inmunológico es el más involucrado en los transplantes y que es necesario en los transplantes “poner a punto el sistema de preservación del órgano”, y hay algunos con mayor resistencia al frío, con más dificultades para preservar células, como es el caso del páncreas. Un caso distinto es el del corazón, que es el órgano con menos necesidades, conllevando una intervención más sencilla.

La experimentación con animales también da lugar a avances en la medicina regenerativa y en la cirugía laparoscópica, que se practica través de pequeñas incisiones, contando con una cámara de video que permite al equipo médico ver el campo quirúrgico del paciente donde se desea intervenir. Al evitar los grandes cortes de bisturí, “ofrece beneficios tanto al paciente como al sistema sanitario, al conllevar un menor tiempo de hospitalización”, asegura esta doctora y profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza.

Cristina Pastor, científica del Servicio de Biomedicina y Biomateriales.

Los animales en los que se experimenta para la mejora de la práctica en cirugía terapéutica son los cerdos, ratas y conejos. En este último caso, se centra en cirugía pediátrica.

Desde esta Unidad Mixta de Investigación de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud se están realizando actualmente tres proyectos de investigación en coordinación con otros centros hospitalarios. Uno de ellos es el centrado en el transplante de intestino, desarrollado por el grupo de investigación “Aspectos inmunológicosde la cirugía”, reconocido por el Departamento de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón y dirigido por Marta Navarro Zorraquino,

Esta investigadora, miembro activo de la European Academy of Sciences and Arts, ha diseñado en su totalidad este trabajo y lo dirige en el seno de este equipo científico, dentro del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS) y de la Unidad Mixta de Investigación.

Rosa Castro Cavero. Artículo publicado en Aragón Investiga

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