Reto científico de crear robots con capacidades cognitivas

Francisco Serón desde hace 20 años dirige el grupo GIGA que actualmente trabaja en modelos computacionales para crear entes o robots capaces de razonar y tomar decisiones. Foto: Rosa Castro.

Estamos en el “siglo del cerebro”. Cada vez se sabe más de la anatomía, fisiología y funcionamiento cerebral, de cómo se comporta el cerebro, y cómo emergen del procesamiento que realiza de la información las emociones y los sentimientos. “El reto actual y puntero está en la creación de modelos de la mente y de la conciencia, que son las manifestaciones más altas del ser humano”, asegura Francisco Serón, investigador del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (i3A).

Este científico dirige desde hace 20 años el Grupo de Informática Gráfica Avanzada (GIGA), reconocido como consolidado por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón. En todo este tiempo, este equipo ha ido pasando, sin olvidar los desafíos iniciales, de la recreación virtual de entornos o personajes a un nuevo reto: entes gráficos sintéticos o robots con capacidades cognitivas, “capaces de tomar decisiones y ofrecer soluciones específicas a determinados problemas en un contexto previamente definido, y no ambiguo”, señala este investigador responsable del que es hasta ahora el único grupo español que trabaja para alcanzar este fin en la creación de modelos computaciones “bio-inspirados”.

Con este cometido, Serón, junto al investigador del GIGA, Manuel González Bedía, coordinan la Red Temática en Ciencias Cognitivas (RETECOG), una iniciativa nacional que aúna las líneas de investigación desarrolladas en esta área en campos tan diversos comola Filosofía, Psicología, Ingeniería o Neurociencias, agrupando a diferentes universidades e institutos de investigación españoles. El Ministerio de Ciencia e Innovación la ha reconocido como red estratégica en los planes de I+D, con la consiguiente financiación para la realización de congresos o actividades que impulsen los trabajos científicos realizados por el conjunto de investigadores que conforman la red.

Para esa creación de “modelos computacionales flexibles que sirvan para la toma de decisiones”, se toma como fuente de inspiraciónla Naturaleza, donde no existen “las soluciones óptimas locales sino soluciones que para un determinado contexto en promedio global son las más acertadas a lo largo del tiempo”. De ahí, que ahora la labor de los científicos sea llegar a algoritmos y formulaciones matemáticas que representen esos modelos, que con toda seguridad evolucionarán con el tiempo, “porque la ciencia es falsable y la certeza de sus afirmaciones es variable en el tiempo”, señala Serón.

Estos modelos computacionales podrán dar lugar a entes sintéticos o robots con capacidad para tomar decisiones, en ámbitos tan diferenciados como la administración electrónica, el tratamiento terapéutico de pacientes o el envío de robots al espacio. De ahí que las aplicaciones de esta investigación sean múltiples.

En las instituciones públicas, con la denominada “administración electrónica” que facilitará la realización de cualquier trámite al ciudadano, con este tipo de entes o robots, “el usuario se podrá conectar a la pantalla de su ordenador y preguntar a un personaje con apariencia más o menos humana sobre determinados temas. Ese personaje dará soluciones, porque contará con modelos computacionales creados con tal fin”, apunta este investigador.

En el campo de la atención personalizada, en un futuro inmediato, también se podrán crear entes-rehabilitadores, que sigan de forma personalizada el tratamiento de un paciente; y también personajes que den apoyo a la docencia, al atender y responder las dudas de los estudiantes a través de la pantalla de ordenador.

Serón subraya la importancia de la divulgación científica, para un mayor «conocimiento global » y que la sociedad sea más «crítica y libre». Foto: R.C

Otra de las aplicaciones posibles de estos “personajes bioinspirados” son las misiones espaciales. “En la actualidad, los robots que se envían a planetas están guiados y no pueden resolver determinadas situaciones, como por ejemplo encontrarse con superficies pedregosas. Lo que se desea son robots que actúen como el ser humano, que no se caigan al suelo, es decir, que sepan adaptarse a determinados contextos complejos e imprevistos”, señala este doctor en Ciencias Físicas, que ha sido profesor titular de Matemática Aplicada, y actualmente es Catedrático de Informática.

Divulgación social de la ciencia

Francisco Serón también es consciente de la importancia que tiene la divulgación social de la ciencia. Es habitual en conferencias, coloquios o cursos dirigidos a ciudadanos que van desde la adolescencia a la tercera edad, como es el caso de los alumnos dela Universidaddela Experienciaen el campus de Huesca, donde impartió este viernes la conferencia inaugural, con el título “El Universo, el cerebro y la cultura científica”, dirigida a estos alumnos mayores de 55 años.

Este investigador, actualmente Catedrático de Informática, analizó que “la ciencia y la tecnología están desapareciendo en la cultura del pueblo, con el peligro consiguiente de no poder diferenciar la ciencia de la magia”.

Esta visión la argumenta al considerar que la sociedad está cada vez menos interesada en el hecho de “conocer por el gusto de conocer”. Ahora, incluso, en los universitarios “no hay ese deseo de conocimiento” y muchos de ellos “estudian y leen sólo los apuntes para aprobar y desarrollar una actividad laboral en un ámbito especializado del conocimiento humano, dejando de lado el resto”. De ahí que sea importante divulgar, que la gente comprenda “la importancia del conocimiento global”, para evitar la manipulación y los engaños, desarrollar un espíritu crítico y nos permitan vivir en un mundo más libre.

“Una sociedad que no sabe razonar es fácilmente manipulada”, puntualiza este científico, que aclara que la población española lleva un retraso, debido a causas históricas, en ese conocimiento científico-tecnológico popular, al ser un “país fundamentalmente de letras”, al igual que Latinoamérica. Situación diferente es la de las naciones anglosajonas, dado que la revolución industrial y mucha de la ciencia básica moderna ha tenido lugar en Inglaterra y los países anglosajones. Así lo considera este experto del I3A, que cree que el impacto de las diferentes culturas de una nación u otra se pone de manifiesto en muchos ámbitos como por ejemplo la producción de los Premios Nobel. “¿Cuántos Premios Nobel en Física y Química o Medicina tiene España?”, pregunta en alto, respondiendo con rotundidad. “Sólo uno”, -contesta-, el que todos conocemos: Ramón y Cajal, ya que el de Severo Ochoa se contabiliza en América. “Esta cifra es ridícula”, apunta comparándola con los que tiene Inglaterra: 90 de los cuales están vivos, o Estados Unidos, con un total de doscientos.

Artículo de Rosa Castro, publicado en Aragón Investiga

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