“Estar quemado en el trabajo” no es una simple expresión coloquial, obedece a lo que los expertos denominaron síndrome de burnout , que se caracteriza por una situación de estrés laboral crónica. “El trabajador siente que está esforzándose más que lo que recibe a cambio”, precisa Jesús Montero-Marín, psicólogo clínico e investigador en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.
Este experto, tal como me explicó en una entrevista, precisa que las personas con este síndrome padecen agotamiento crónico y falta de eficacia en el trabajo, con manifestaciones psicosomáticas que van desde el estrés, depresión, adicciones de cualquier tipo y con un sistema inmunológico debilitado que les hace estar expuesto fácilmente a trastornos gastrointestinales o dolencias musculares. “Es algo grave, porque si una persona está quemada en su trabajo significa que su salud está afectada, a consecuencia de un desgaste psicológico mantenido en el tiempo, con creencias de falta de reconocimiento”, puntualiza este experto, señalando como estrategias terapéuticas trabajar en el cambio de creencias del individuo, “porque las técnicas de relajación no solucionan la raíz del problema, es necesario cambiar la percepción y creencias del individuo”
Este investigador del Instituto Aragonés de Ciencias dela Saludha realizado un trabajo pionero en este síndrome, con un equipo multidisciplinar de expertos en psicología y psiquiatría, analizando el grado de desgaste profesional en el personal del contexto universitario. Así, en el trabajo de campo de esta investigación, se han realizando un total de 800 encuestas al personal de administración, servicios, docencia e investigación dela Universidadde Zaragoza. Las conclusiones de este trabajo han sido publicadas en la revista científica BMC Psychiatry, aportando datos que dan más luz sobre esta enfermedad que causa al año miles de bajas laborales, con los consiguientes gastos económicos y bajas hospitalarias, además del sufrimiento personal y de salud que conlleva a la persona afectada.
Este trabajo de investigación es “pionero” y se sitúa a la vanguardia de lo estudiado hasta ahora en el síndrome de burnout. Aporta una nueva definición más precisa, estableciendo por primera vez tres perfiles o subtipos clínicos: el “frenético”, el “sin desafíos” y el “desgastado”.
Esquema de los tipos de burnout. Fuente: Montero-Marin J, Garcia-Campayo J, Mosquera D, Lopez Y: A new definition of burnout syndrome based on Farbers's proposal. J Occup Med Toxicol 2009, 4:31.
El perfil “frenético” corresponde, según este científico, a sujetos que están muy implicados en su trabajo, con sobrecarga de tareas y responsabilidades, con “grandes ambiciones, sintiendo que tienen algo que demostrar a los demás a través de su trabajo”. Las personas con este perfil incrementan su esfuerzo para conseguir ese reconocimiento exterior, “pero funcionan mejor a corto plazo que a largo plazo, porque su salud se afecta por el estrés”. En esta tipología, se suelen enclavar las personas adictas al trabajo, que lo asocian como una evasión a su vida.
La adicción al trabajo y sus consiguientes consecuencias o daños psicosociales son propias de las sociedades occidentales, y segúnla OrganizaciónInternacionaldel Trabajo (OITI) afecta al 8% de la población activa, que dedica más de 12 horas diarias a su profesión para evadirse de problemas pesonales. “Cuando las personas tienen edades que van desde los20 alos 30 años tienen más riesgo, porque tienen más expectativas puestas en lo laboral”, concreta Jesús Montero-Marín.
He escrito este artículo como coordinadora en la web Aragón Investiga
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